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Y como Jesús (que la Paz sea con él ) anunció la venida del Profeta Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), quien salvará a la gente de su extravío, libertinaje y desviación de la creencia correcta,
Y como Jesús (que la Paz sea con él ) anunció la venida del Profeta Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), quien salvará a la gente de su extravío, libertinaje y desviación de la creencia correcta, Juan el Bautista(Que la Paz sea con él ), señaló lo que se llama la sustitución, es decir sustituir al pueblo judío por otro entre quienes establecen la bandera de Al-lâh y elevan su palabra, así como señaló la venida del último profeta quien es el mayor mensajero, y el texto de la albricia es: “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
Enderezad sus sendas.
Al ver que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. Yo a la verdad, os bautizo en agua para el arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en el Espíritu Santo y el fuego”[1].
Así pues, Juan el Bautista (que la Paz sea con él ), intentó hacer a los judíos de los arrepentidos, pues les ordenó abiertamente arrepentirse y volver a Al-lâh, pero sabiendo de su desobediencia y estando desesperado, les informó de que habían sido sustituidos por otra nación, y que el hacha se había puesto en el origen del árbol que negó dar sus frutos, y no quedó sino empezar a cortarlo. Además, Juan el Bautista (que la Paz sea con él ) les confirmó que la ira y el castigo de Al-lâh ocurrirán inevitablemente; luego, habló sobre el profeta que vendría después de él, en el árbol substitutivo de los hijos de Ibrâhîm (que la Paz sea con él ), diciendo que es más fuerte que él, que anulará el bautismo con el agua y que bautizará a la gente con el espíritu y la luz, y ambos –el espíritu y la luz- son dos descripciones con las cuales fue descrito en el Noble Qor’ân.
Tal vez la profecía aquí, añada otro aspecto en determinar a la nación sustituta; ya que Juan el Bautista, (quela Paz sea con él ) no negó a los judíos la idea de que la profecía y la tierra quedarán en los hijos de Ibrâhîm (que la Paz sea con él ), pero les recordó que Ibrâhîm (que la Paz sea con él ) tiene otros hijos además de ellos, y que no deben enorgullecerse por la promesa de Al-lâh a él [Ibrâhîm (que la Paz sea con él )] respecto a que la profecía quedaría en sus hijos. Por ende, podemos entender claramente que la nación sustituta será de otra rama de los hijos de Ibrâhîm (que la Paz sea con él), como indican las palabras de Juan el Bautista (que la Paz sea con él ), que Al-lâh hará salir de Ibrâhîm (que la Paz sea con él ) otros hijos a parte de los judíos, y esto se realizó efectivamente con los hijos de Ismâ‘îl (que la Paz sea con él ), pues de ellos descendió el Profeta Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam)[2].
El Evangelio, sin duda alguna, está lleno de albricias que indican el Mensaje de Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam). Sin embargo, no podemos averiguar todo lo que fue citado en el (el Evangelio) acerca de la profecía de Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) y su veracidad, y nos bastamos con lo que hemos señalado de las palabras de Jesús y Juan el Bautista (que la Paz sea con él).
Al final de este capítulo, donde hemos presentado algunas albricias de los libros anteriores, incluyendo la Torá y el Evangelio, sobre el Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), terminamos con una historia real que confirma la autenticidad de dichas albricias, la cual uno de los curas –cuyo nombre es Framerino, quien es un cura latino- pudo descubrir la copia redactada en la lengua italiana del Evangelio, y dijo al respecto: “Al leer varios mensajes de Irinaios, encontró uno que desaprobaba al sacerdote Pablo de Tarso, apoyándose en el Evangelio del padre Bernabé. De aquí, el monje Framerino se preocupó por buscar dicho Evangelio, y las circunstancias de su trabajo en la sede del papado le ayudaron; ya que después de un tiempo, se estuvo cercano del Papa Sixto V; y así, pudo entrar en la biblioteca del papado, y a través de su búsqueda, encontró la copia del Evangelio de Bernabé[3] que anhelaba. Y después de consultarla, se aseguró de la autenticidad de la profecía de Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), y por fin abrazó el Islam[4].
[1] Evangelio de Mateo 3:1-3, 7-11.
[2] Nasrul∙lâ ‘Abdur∙rahmân Abû Talib: Las predicaciones del Evangelio y la Torá sobre el Islam y su Mensajero Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), pág. 327.
[3] Por más albricias sobre el Mensajero Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), consulte: El Evangelio de Bernabé, estudios sobre la unidad de la religión según Moises, Jesús y Mohammad (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), investigación de Sayful∙lâ Ahmad Fâdhil.
[4] Mohammad Abû Zuhra: Lecturas acerca del Cristianismo, pág. 56.
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